domingo, 12 de agosto de 2012

Petróleo con olor a genocidas

Ramón Ábalo

Conflictos y muerte arropan al petróleo desde su descubrimiento, y potenciado a ser la materia prima del subsuelo hasta ahora insustituible para mover al mundo. Hace 6.000 años atrás ya los pueblos de medio oriente conocían este producto natural. En Asiria y Babilonia se utilizaba para fijar ladrillos y piedras; en medicina y en calafeteo; en Egipto para engrasar cueros y en las culturas precolombinas, en México, se usaba para pintar esculturas, hasta que se convirtió en fuente energética, hace unos 200 años, y también como energía de los que detentan el poder de las armas para imponer su voluntad al resto del mundo.

La caída de Yrigoyen en 1930, por el primer golpe militar contra las instituciones, está comprobado que también tuvo "olor a petróleo". Su gobierno había iniciado conversaciones con la Unión Soviética para que nos proveyera nafta a mitad del valor del que se conseguía en otros mercados. Pese a ello, se consolidó su explotación con el monopolio de YPF, gracias a la visión y acción patriótica de hombres como el general Mosconi. YPF se constituyó, desde su consolidación, desde el año 1922, en la principal petrolera estatal de Latinoamérica, y modelo sobre las que se construyeron otras como Petrobras, de Brasil. Las necesidades del programa industrialista de Perón lo llevó a dinamizar la explotación de dicha fuente, para lo cual recurrió también a proyectar contratos con monopolios extranjeros como la California, de origen yanqui. Eso fue en el 52/53, pero de inmediato arreciaron las oposiciones, incluso al interior mismo del peronismo. El siguiente golpe militar del 55, y que significó el final de dicho gobierno peronista, venía también con "olor a petróleo". Y mucho más fue aquel que echó a Frondizi, autor de Política y petróleo , plataforma electoral que le permitió, en 1958, asumir la presidencia. Pero Frondizi también transitó el camino sesgado de la hipocresía, se jugó a todo lo contrario de su Política y Petróleo , y perdió. En el ‘62, el militarismo cipayo le dio el golpe que lo mandó al ostracismo de la política. En la actualidad, el petróleo es un arma letal en los avances geopolíticos del imperialismo yanqui.
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En este momento, en la Argentina se ha abierto una instancia de recuperación de la soberanía del crudo (denominación también de dicha materia), por lo que el estado nacional está metiendo mano a fondo, con repercusiones en las llamadas provincias petroleras, como Mendoza. No hay lucha armada de por medio, ni avances del enemigo – el que pretende ser el amo del mundo – pero las lacras del poder universal se hacen sentir, como lo denuncia Clarisa Ercolano, a través de una organización denominada plazademayo.com, denunciando la renovación de un contrato petrolero para la exploración y perforación de áreas en la provincia a la empresa Chañares Herrados. Concretamente denuncia que los directivos de dicha empresa son personajes condenados por delitos de lesa humanidad, tal el caso de Luis Alfredo Zarattini, que es el vicepresidente y actual titular de la dicha empresa, imputado en el asesinato del general del ejército chileno Carlos Prats durante su exilio en Buenos Aires. También fue partícipe en las guerrillas de la derecha centroamericana. Héctor Corrés, apoderado y abogado de la firma, condenado y luego amnistiado por delitos cometidos durante la dictadura cívico-militar, quienes "se alzaron con la prórroga de la concesión de la explotación petrolera en la provincia de Mendoza hasta el año 2027"..."no solo no están presos, hacen negocios", comentó indignado una fuente a Plazademayo.com., que por temor reserva su identidad. El temor, es entendible, dos compañeros suyos viajaron a Uruguay, siguiendo una supuesta pista para profundizar aún más la investigación. Hasta el momento se desconoce su paradero. Justamente la indignación es la sensación imperante al saber que la licencia para las explotaciones petroleras, seguirá en pie. La cúpula de la empresa pertenece a una banda de represores que actuaron durante la última dictadura. Héctor Lapeyrade, que era el presidente hasta que falleció de un ataque al corazón, fue procesado por encubrimiento agravado por ayudar a profugarse al teniente Julián "el Laucha" Corrés – quien también murió – imputado en crímenes de lesa humanidad y procesado por torturador. Y "Freddy" Zarattini, uno de los firmantes del acuerdo con Paco Pérez...estuvo al servicio del Batallón 601 durante la dictadura, imputado en el asesinato del general Prats y además fue candidato en el 2001 para el partido de Seineldín". Por su parte, según la investigadora, Héctor Corrés, el apoderado, fue procesado por el asesinato de la estudiante y activista marplatense Silvia Filler, y por este delito podría ser nuevamente juzgado.

En pleno proceso de los juicios por crímenes de lesa humanidad, en las que están implicados centenares de genocidas, llevados a cabo por una precisa y terminante política de estado, la responsabilidad de cualquier nivel de un agente de ese estado, pasa por inquirir con lupa, si es necesario, la catadura ética de quienes se constituyen en sus representantes. Los directivos de la empresa mencionada de alguna forma, tienen una responsabilidad delegada de ese status, aunque se trate de negocios. No olvidar que el genocidio fue para imponer un modelo económico ajeno a los intereses de la mayoría de los argentinos.

La Quinta Pata, 12 – 08 – 12

La Quinta Pata

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