domingo, 20 de julio de 2014

Medios masivos de comunicación y la tragedia de aviación en Ucrania

Alfredo Saavedra

El fatal accidente del avión comercial, el viernes 18 en el este de Ucrania, con la muerte de sus casi 300 ocupantes, atribuido al impacto de un misil, en ataque cuyo origen no ha sido determinado con plenitud, ha sido manipulado como noticia de forma tendenciosa por los medios de comunicación –prensa, radio y televisión- de Norteamérica, Europa y los países subordinados a los mandatos de Washington que, de manera oportunista, utilizan el suceso para profundizar el antagonismo de los Estados Unidos y sus adherentes en contra del gobierno de Rusia.

Casi al unísono los medios han concluido que el deplorable accidente que derribó al avión de pasajeros del vuelo 17 de Aerolíneas de Malasia, fue ocasionado por disparo de misil atribuido a los separatistas del este de Ucrania, en particular los que tienen cuartel de operaciones en la región de Donesk, comprometidos en guerra contra el gobierno de la capital central de Kiev, enemigo declarado de Rusia y de política afín con los Estados Unidos y sus socios de la Unión Europea.

A raíz de los sucesos de marzo pasado, cuando una rebelión dio por tierra con el gobierno en Kiev favorable a la política de Moscú, la región industrial del este de Ucrania, con una población mayoritaria de ascendencia rusa, con predominio de ese idioma y cultura y que por ese motivo define una posición de adherencia a Rusia, inició un movimiento que pretendía separar esa región de la dependencia central y reclamó su derecho a unirse a la confederación rusa, como en fecha reciente lo había hecho la península de Crimea, un territorio que históricamente perteneció a los dominios de Rusia hasta su concesión en 1954 al estado de Ucrania, en una extraña regalía del presidente Nikita Krushov cuando se vivía el apogeo de la extinta Unión Soviética.

El ejército ucraniano bajo el mando del nuevo gobierno, de tendencia derechista, tras sangrientos enfrentamientos, sometió a varias localidades secesionistas que en condiciones de desventaja sucumbieron al embate de las tropas gubernamentales. No así la importante región de Donesk, que proclamó su independencia y fundó lo que a la fecha se denomina República Democrática de Donesk.

En condiciones de desventaja también, con respecto al ejército de Kiev, se creó una fuerza de combate para defenderse de la ofensiva oficial y que ha mantenido en jaque a las fuerzas gubernamentales, aunque a un elevado costo de pérdidas de vidas, entre civiles y combatientes y grandes daños materiales. Se ha producido un éxodo de los habitantes de la región, calificados por los medios de comunicación de pro-rusos, que en su huida de los bombardeos del ejército de Kiev, han buscado refugio en el vecino territorio de Rusia.

Las tropas del gobierno han causado en Donesk la muerte de mujeres y niños, en un hecho ignorado por la prensa de los Estados Unidos y Canadá, aliados incondicionales, como lo son los países europeos que siguen la misma política de ocultar o desvirtuar los sucesos que no convienen a los intereses de ese bloque. Bajo ese acoso, los insurgentes de Donesk, han utilizado sus recursos bélicos para enfrentar a las fuerzas oficiales. No obstante esas limitaciones, lograron derribar en las últimas semanas un helicóptero y un avión de transporte de tropas del gobierno, en lo que fue ampliamente publicitado en la capital y por la prensa de occidente, pero sin dar ningún valor noticioso a los ataques aéreos del gobierno de Kiev que, como se ha indicado, han causado muerte y destrucción en la población civil de Donesk y otras ciudades de la región.

En esas condiciones es muy probable que en lamentable error, cabe la posibilidad de que el avión siniestrado el viernes, haya sido derribado por el estado de guerra prevaleciente en la región, por lo que en conocimiento de ese peligro, es inexplicable que las compañías comerciales de aviación utilicen esa ruta de alto riesgo, con la imprudencia que se supone no se tiene en regiones como las de Irak, Siria y Afganistán, envueltas en conflictos bélicos.

Pero el lamentable suceso ha sido utilizado para sus propósitos por los gobiernos de Kiev y de los Estados Unidos, donde el presidente Obama no ha reparado en acusar de manera velada a Rusia y en particular a su presidente Vladimir Putin, de responsabilidad en el desastre aéreo, por el supuesto de que los separatistas reciben armamento de esa fuente. Para el presidente Obama y su gobierno, el siniestro le ha caído como del cielo (que de forma concreta así fue) para esa acusación, luego de que el presidente Putin realizara una gira por Latinoamérica para la realización de la conferencia del BRICS-Unisur, que reunió a varios estadistas en Brasil, para formalizar políticas económicas separadas de la tutela de Washington. Obama se habrá enfermado de envidia al ver la atención que recibiera el mandatario ruso, atención a lo cual en ningún momento podrá aspirar el gobernante estadounidense, cuya permanente política intervencionista es repudiada en Latinoamérica.

Es irresponsable la conducta de los Estados Unidos, en su afán de desprestigiar al régimen ruso, como irresponsable es el manejo de la información por los ya mencionados medios de comunicación, que en conjunto alientan las condiciones para aproximar el riesgo de una guerra mundial que, como lo han denunciado voces pacifistas, puede desembocar en un conflicto cuyas consecuencias, dada la capacidad de destrucción de las armas modernas, puede ser catastrófica para la humanidad.

La Quinta Pata

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