domingo, 31 de agosto de 2014

Gobernar es crear trabajo

Ricardo Nasif*

En el año 1971, Pino Solanas y Octavio Getino –miembros del Grupo Cine Liberación- filmaron en España la entrevista audiovisual más completa que se le ha realizado a Juan Perón.

La edición que acompaña a esta nota es parte de ese documento de varias horas que se editó en dos entregas: “Perón: actualización política y doctrinaria para la toma del poder” y “La Revolución Justicialista”.

En casi tres minutos Perón desgrana didácticamente la lógica del desarrollo económico implementado en su primer gobierno. Sintéticamente, decía entonces el líder en el exilio:

- Si desde el Estado se genera un plan de obra pública de envergadura, disminuye drásticamente la desocupación.
- Si baja el desempleo, suben los salarios.
- Si aumentan los haberes, se multiplica el poder adquisitivo.
- Si sube el poder de compra, aumenta el consumo.
- Si la demanda interna crece, el comercio se tonifica.
- Si se fortalece el comercio, la industria se trasforma para abastecerlo.
- Si hay desarrollo industrial, aumenta la demanda de materias primas.
- Si se venden más productos agrarios, aumenta la producción primaria.
- Si desde la acción del Estado, el ciclo de la agricultura, la industria, la distribución y el consumo se mantienen nivelados y armónicamente promovidos, hay progreso.
- Sólo hay progreso cuando se crea trabajo.

Este especie de silogismo peronista de múltiples proposiciones obviamente no es por completo original, sino más bien una traducción criolla de la teoría económica del inglés John M. Keynes, el padre intelectual de la recuperación económica norteamericana, post crisis del ´30, encabezada por el presidente Franklin D. Roosevelt.

El primer gobierno de Perón se fijó como objetivo principal la generación de trabajo digno a partir de políticas donde el Estado debía desplazar el papel preponderante que hasta entonces tenía el mercado en la asignación de recursos.

La política económica peronista de su primer gobierno se vertebró entonces en el “Primer Plan Quinquenal”, que planteó entre otras acciones:

- La nacionalización de los servicios públicos (se estatizó el gas, los teléfonos y los ferrocarriles) y del Banco Central.
- La creación de la flota mercante del Estado y de Aerolíneas Argentinas.
- El impulso al IAPI (Instituto Argentino de Promoción del Intercambio) que permitió el control del mercado internacional de productos agrícolas y la distribución de ingresos que antes se concentraban en los grandes oligopolios internacionales.
- El desarrollo de la industria liviana.
- La profundización del proceso de sustitución de importaciones.
- Un plan integral de obras públicas

Esta política generó:

- Crecimiento económico sostenido:

El crecimiento del PBI entre 1946 y 1955 fue en promedio de 3,6% (llegando a picos del 8,9% en 1946 y de 11,1% en 1947)

Entre 1945 y 1948 la producción aumentó un 30%, el consumo un 18,5%, la inversión se duplicó y las importaciones se cuadruplicaron (fundamentalmente bienes de capital).

En 1913 el 50% de los activos fijos totales (por ejemplo la estructura de
una empresa) en el país eran extranjeros, cuando Perón fue derrocado en 1955 era apenas del 5%.

En la década del ´10 casi el 60% de utilidades e intereses se fugaban al exterior, en 1955 sólo el 2%.

- Distribución del ingreso:

Se redistribuyó el ingreso desde el capital hacia el trabajo, teniendo a la clase obrera como beneficiario directo y desde el sector agropecuario hacia la industria.

Se implementaron el aguinaldo, las vacaciones anuales pagas y el régimen de jubilaciones y pensiones, medidas que junto al control de precios y alquileres y el subsidio del consumo aumentaron significativamente el poder adquisitivo de los trabajadores.

Entre 1945 y 1949 los salarios reales aumentaron un 75%, lo que impactó en el crecimiento del consumo y el mercado interno.

Hacia 1950 los trabajadores alcanzaron el 50% del ingreso nacional.

Cuando desde algunos sectores propios o ajenos se duda sobre el rumbo, siempre resulta esclarecedor volver sobre algunas fuentes para tratar de no perderse.

En nuestro tiempo, gobernar sigue siendo crear trabajo digno.

Extracto de “Perón. Sinfonía del sentimiento” de Leonardo Favio.



*Facebook del autor

La Quinta Pata