domingo, 17 de agosto de 2014

La cuenta regresiva

Eva Guevara

De a poco se acercan las PASO para definir a los candidatos que buscarán un lugar en las elecciones de 2015. El debate, en estos momentos, gira sobre cómo se aplicará el sistema electoral en la provincia. Los candidatos y las posibilidades de cada uno de ellos.

Lo que viene de aquí hasta las elecciones del 2015 es una carrera en la cual lo que los protagonistas quieren es ganar el punto de salir triunfador en las PASO. Por estas horas se debate la aplicación del sistema electoral que en la provincia hará su debut en el mes de agosto.

La disputa dentro del escenario político del 2015 ya está en la agenda del debate público. El año pasado, después de algunos escándalos que ensombrecieron aún más las ya devaluadas internas de los partidos, la Legislatura provincial aprobó la ley de Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), o sea, nuevas reglas de juego para la selección de aspirantes a cargos provinciales y departamentales bajo el paradigma de la transparencia y la equidad al momento de competir.
Hasta entonces, Mendoza le venía dado la espalda a la Reforma Política del 2009 implementada a nivel nacional, la Legislatura pudo haber adherido a este nuevo sistema en el 2011 pero prefirió continuar con el régimen electoral que viene de la década del ’80. Eso cambió en agosto del año pasado al consensuarse un modelo provincial electoral que se plasmó en la ley 8619, que establece: la posibilidad de simultaneidad de las elecciones primarias nacionales con las provinciales, la prohibición de que los precandidatos se presenten en varias listas –sólo pueden hacerlo en la lista de una agrupación política y para una categoría de cargo electivo– y el reparto igualitario de los gastos de campaña por parte del Estado, donde es taxativo que ninguna agrupación política supere el límite establecido ya que eso sería alterar el principio de que todas las agrupaciones tengan la misma posibilidad de hacer publicidad.

Ahora bien, según estiman algunos dirigentes políticos, falta la reglamentación de la ley. Desde la UCR, fue la senadora nacional Laura Montero la que lo planteó con urgencia, interpelando al gobernador ya que es él quien tendría que elaborar el decreto reglamentario. Montero avanzó en una propuesta: se trata de toda una serie de artículos que van desde el reconocimiento de agrupaciones políticas, pasando por la distribución de cargos entre líneas internas en alianzas, la adhesión de boletas de distintas categorías, la definición de “medios gráficos”, al porcentaje de aportes por categoría, el cupo de género, y finalmente, la conformación de una Comisión de Seguimiento. En su opinión, “no reglamentar las PASO sería mantener un esquema electoral que nos seguirá alejando de la ciudadanía, sería no tener las primarias en regla, o sea, decepcionar a quienes no quieren tener que votar siempre a los mismos candidatos, que en definitiva son los que ofrecen viejos esquemas electorales ajenos a la renovación política y a un ejercicio ciudadano más responsable y comprometido”.

No obstante la contundencia de la senadora y precandidata a la gobernación de Mendoza (cuenta con el apoyo de Julio Cobos), el senador Juan Carlos Jaliff, de la misma fuerza política, declaró que no es cierto que la ley necesite de una reglamentación. A su juicio, lo único que tiene que hacer el Poder Ejecutivo es incluir las partidas necesarias para que los partidos políticos puedan contratar espacios publicitarios en el proyecto de presupuesto provincial 2015. También aseguró que es un error conceptual pensar que el Poder Ejecutivo es autoridad de aplicación, cuando lo es la Junta Electoral de la provincia.

Jaliff tiene una parte de razón: ningún artículo dice que el nuevo régimen electoral deba ser reglamentado. Pero eso no da por clausurado el debate. Al ser consultado por Edición Uncuyo, el abogado constitucionalista Víctor Ibáñez señaló que la norma podría aplicarse tal como está, aunque eso no implica que no haya que estudiar el alcance de la ley, dado el riesgo de que surjan diferentes interpretaciones en torno a algunos aspectos puntuales. Ya ha trascendido en algunos medios de prensa que los temas a interpretar y que compelen al Ejecutivo tienen que ver con el tipo de publicidad que se financiará con los fondos estatales, el desdoblamiento –en cuyo caso los gastos pueden dispararse–, y la posibilidad de que un mismo candidato lleve a dos aspirantes a la presidencia en su lista.

Ibáñez llamó a tener cuidado, dijo que estamos frente a un modelo que mucha gente no sabe ni que existe, y que a la hora de reglamentar las PASO lo que no se puede hacer es una reglamentación que diga lo que la ley no dice. Por su parte, el gobernador Francisco Pérez se ocupó de dejar en claro que tiene tiempo hasta marzo de 2015 para reglamentar la ley, pero unos días después, las agrupaciones kirchneristas nucleadas en la Corriente de la Militancia le pidieron que apure una definición. Quieren que Pérez reglamente las PASO lo antes posible y que se conforme la “Comisión de Seguimiento de la Reforma Electoral e Implementación de Nuevas Tecnologías”. Dicha Comisión se tiene que integrar con un miembro del Ejecutivo, dos de la Justicia Electoral –presidente y secretario–, cuatro diputados, cuatro senadores y dos intendentes en representación de sus pares.

Sería ingenuo pensar que los intereses de los partidos no van a influir en todo este nuevo andamiaje jurídico y político que se viene. Así como ninguna reforma política es neutral, lo que cualquiera tiende a pensar es que las diferencias de criterio en su aplicación remiten directa o indirectamente a la intención de cada partido o a su inevitable inclinación por verse favorecido políticamente. En este caso, la lectura más obvia es que los más interesados en reglamentar ahora las PASO son aquellos que no cuentan con una estructura dentro de sus fuerzas políticas, mientras que los que sí lo tienen, menos interesados están en la construcción de candidatos que propicia el sistema.

De ahí que se ha dicho que el Partido Justicialista de Mendoza sea el que más va a sufrir. Esta situación fue el eje de lo discutido en la reunión de San Martín; allí estuvieron el gobernador, el vicegobernador, los intendentes y legisladores del oficialismo. Al salir, algunos voceros señalaron que efectivamente algunos puntos de la ley necesitan reglamentación, pero que para eso habrá esperar. Hacia adentro, el centro de la preocupación es lograr un acuerdo de unidad, teniendo en cuenta que en septiembre serán las elecciones de las autoridades del partido. Y si hay alguien en condiciones de influir en torno a lo que en el PJ hay que hacer en materia de estrategia, ese es Juan Carlos Mazzón. El “Chueco” ya fijó posición: de aquí a marzo del 2015, el tiempo aprieta y no hay alquimia posible en el Frente para la Victoria. O sea, la carta del candidato será la unidad, nada cambia ante el panorama abierto por unas PASO que están siendo “sobrevaloradas” por aquellos que no tienen aparato, y que se equivocan si apuestan a dividir el voto oficialista en las primarias.

La situación le da parte de la razón a Mazzón. El escenario de proliferación de precandidaturas no aparece como algo lógico. A nivel nacional ya están confirmadas las precandidaturas de Daniel Scioli, Florencio Randazzo, Julián Domínguez, Sergio Urribarri, Agustín Rossi y Aníbal Fernández; está por lanzarse la de Jorge Taiana en el estadio de Ferro, y si bien no se confirmó, también trascendió el nombre de Carlos Zannini, el hombre fuerte del gabinete de Cristina Fernández de Kirchner. En Mendoza, los anotados son muchos. Del gabinete de Francisco Pérez figuran: Marcelo Costa, Diego Martínez Palau, Marcos Zandomeni, Matías Roby y José Luis Álvarez. A los que hay que sumarles al diputado nacional Guillermo Carmona, aunque también suena uno de los hermanos Bermejo, y dos intendentes: Omar Félix y Ricardo Miranda. Casi no hay correlación entre un precandidato nacional con uno local, salvo el caso de Martínez Palau que se alinea con Randazzo, no está armada la lista completa. Es explícita la identificación del vicegobernador Carlos Ciurca con Daniel Scioli, pero por impedimento constitucional no puede aspirar más que a un cargo nacional o intendencia.

Hay que decir que para la proyección del voto ciudadano en alguna cifra cuantificable, hoy es prematuro, hay hasta marzo para cotejar quiénes son los que construyeron su candidatura y con qué resultados. Pero es interesante detenerse en cómo se van perfilando algunos debates suscitados justamente en torno a si van a ser usadas o no las PASO, o sea, si hay lugar o no para más de un candidato.

En el caso de la oposición, la evaluación más obvia sería repetir la estrategia de UNEN, en Capital Federal, que ganó las elecciones del 2013 gracias a un esquema de varios candidatos que le sumaron votos a Pino Solanas, o sea, al que salió primero. Pero no está claro el asunto, el 2015 presenta una serie de problemas. Hay dirigentes provinciales del cobismo que miden muy bien en las encuestas, hablamos de Alfredo Cornejo y también de Laura Montero, cuya expectativa de triunfo no sólo se apoya en sus propias mediciones sino también en que la última elección legislativa le ganaron al FPV por una diferencia de más de 20 puntos.

El tema es que los radicales no tienen una candidatura fuerte a la presidencia, de ahí las declaraciones del intendente de Godoy Cruz, Alfredo Cornejo, sobre empezar a explorar una alianza con Mauricio Macri. Según publicó el diario La Nación, crece la presión por una interna entre Macri y los candidatos del FAU que hoy son cinco: Hermes Binner, Julio Cobos, Ernesto Sanz, Elisa Carrió y Pino Solanas. ¿En función de qué estrategia? Todo tiene que ver con la búsqueda de una alquimia posible, que tiene que pasar con acuerdos que no sean locales ya que estos no tendrán mayor impacto en el armado nacional.

Para Cornejo, “unificar la oferta opositora es elemental para facilitarle las cosas al electorado y garantizar el pase al ballottage”. La jugada no está libre de riesgo. Hay quienes se preguntan: si Cornejo, o cualquier otro candidato a gobernador radical, acordara con el Pro, ¿a qué candidato apoyaría en la elección nacional? ¿A Macri o al que gane la interna del FAU? Y otra pregunta más: si bien la alianza de Cornejo con Macri no es nada nuevo, en su gestión municipal se vienen recibiendo algunos beneficios del alcalde porteño, ¿semejante corrimiento a la derecha será aceptado por sus bases de centroizquierda, caso Franja Morada?

Tampoco llama la atención que algunos socialistas y radicales santafesinos estén pensando en modificar la ley electoral que es tomada como ejemplar y modelo al combinar las PASO con la boleta única. Están preocupados por el piso electoral en las primarias dado que necesitan “traccionar” votos provinciales con municipales y el sistema no se lo permite. Claro que este, por ahora, no es un problema en Mendoza, donde la adopción del voto electrónico como alternativa a la “boleta sábana” quedó supeditada por ley a futuros ensayos en su aplicación y en un porcentaje inicialmente bajo.

La idea de las PASO, según se ha explicitado, surgió de Néstor Kirchner, los que trabajaron en ella la fundaron como solución a la crisis de representatividad de las instituciones partidarias, precisamente para fortalecerlas. Por cuanto ese fenómeno de crisis se manifestó en una proliferación ilógica de candidatos, boletas y partidos que en verdad eran meros “sellos de goma”, se dijo que lo que Néstor Kirchner intentó fue hacer una suerte de “corralito” para que nadie que tuviera aspiraciones se tuviera que ir de su propio partido, o sea, para que todos esos potenciales precandidatos jugaran adentro y no afuera. Es innegable que el principio de coherencia política en esa aspiración personal rompe con la mentalidad imperante en Mendoza durante la década del ’80 y ’90, época en la que influenciado por Mazzón, el justicialismo consolidó distintas opciones de distinto color (naranjas, azules, etc.) pero sin diferencia de concepto ni de discurso; sólo en función de las apetencias personales.

En este sentido vale decir que la pregunta sobre si las PASO cambian la situación en el oficialismo no se puede contestar de manera tajante. En primer lugar, el dinero no puede ser una excusa, ya que no es que si hay más candidatos se ponga en riesgo la apuesta financiera. Esta es una sola, si después resulta que hay más de un candidato, la única consecuencia es que habrá menos espacios de contratación de publicidad para cada uno. En segundo lugar sería bueno que como condición previa se puedan discutir las políticas de fondo, para saber qué diferentes posicionamientos hay sobre cuestiones clave como la reforma constitucional, la matriz productiva de Mendoza que está agotada y que produce una constante migración de poblaciones que agudizan su asimetría con el desarrollo del oasis norte, problema para el cual lo único que plantea como solución es la minería, sin computar que el trabajo propio de esa actividad no es sostenible y que además habrá que definir si lo que se procura son economías de “enclave” que miran a las localidades como meras proveedoras de materias primas.

Puesto que la clave es ganar y también saber leer bien el escenario que se viene, la lógica indica que en el caso del Frente para la Victoria un precandidato que obtenga un 10% en las PASO le suma chances al candidato que salga primero, o sea que no se termina de entender el planteo sobre un solo candidato propugnado por Mazzón. Estamos hablando de votos a sumar en la elección general. Lo que pasa es que en la estrategia de Mazzón se contabiliza la desconfianza, se cree que siendo el candidato fuerte Daniel Scioli, el que quede enfrente inexorablemente le va a jugar en contra, y además, que aun logrando un 10% de los votos en ningún lugar está escrito que estos sean “propiedad” del candidato, o sea, no le pertenecen, así como tampoco se ha demostrado fehacientemente que quienes no cuentan con aparato son los que más logran enamorar o conquistar al electorado.

En el sentido absolutamente contrario, desde el Frente Renovador que lidera Sergio Massa sí se especula con ponerle a alguien enfrente, una suerte de “sparring”, para el que ha sido tentado el gobernador de Córdoba José Manuel de la Sota. Aunque la candidatura de De la Sota la confirmó él mismo, no ha dicho por qué fuerza política iría. A nivel trascendido circula la versión de que el interesado en la alquimia es Massa, porque no levanta su intención de voto y al que no le termina de cerrar es a De la Sota, digamos que desde su perspectiva no está claro en qué se va a ver beneficiado.

Para cerrar, es importante atender lo que publicó el pasado 19 de agosto Artemio López en su blog. Luego de analizar la dinámica electoral del oficialismo, cotejando la diferente composición del núcleo duro del kirchnerismo, con su piso electoral del 33%, Artemio concluyó: “No parece una decisión electoralmente adecuada insistir con la candidatura de Daniel Osvaldo Scioli como la más eficaz de cara a 2015 en el espacio oficialista, puesto que redunda con los atributos de los candidatos con los que compite y pierde diferencial y el piso electoral de inicio es sensiblemente menor al que ofrece potencialmente el kirchnerismo”. A lo que agregó: “Mientras el espacio K atrapa 1 de cada 3 electores nacionales, el sciolismo tiene como piso electoral a sólo 1 de cada 4 votantes a nivel nacional. (Es) mucha desventaja para una fuerza que como el FPV, si no logra triunfar en primera vuelta, cualquier escenario de ballottage le resulta muy incierto en tanto sabemos que la segunda vuelta electoral consigue lo que no lograron hasta hoy la política partidaria, los editorialistas de medios opositores, ni las irracionales internas oficialistas: unir al voto anti K en un solo candidato. Y ahí sí, estás frito angelito”.

Un pato criollo

Con una sola jugada para el récord, el diputado nacional Julio Cobos logró sumar dos cuestionamientos por traición. A los ojos del ex gobernador y ex vicepresidente de la Nación, todo resultaba perfecto, hablamos del viaje relámpago que realizó a Malvinas. Él aprovecharía ese vuelo semanal de los días sábados, viviría una experiencia fuerte, intensa, de sensaciones encontradas y luego llamaría al resto de los argentinos a no perdérselo, a seguir sus propios pasos y vivir, por qué no, idéntica experiencia “imprescindible”. Pero su viaje a Darwin no acabó bien. Si bien elaboró todo un discurso sobre construir puentes sin con ello contradecir lo que nuestra Carta Magna establece, o sea, la soberanía indeclinable sobre las Islas, Cobos fue denunciado por la posible comisión del delito de traición a la patria.
Como sostuvo el ex canciller Jorge Taiana, el viaje fue “irresponsable e inconsulto, no había ninguna razón ni misión oficial aparente que motivara la visita”. Según Taiana, “ir a las islas sin misión alguna y pasarse una semana ahí es una desafortunada decisión política y una muestra de que Cobos no comprende la importancia del tema Malvinas, y además una falta de respeto a la institucionalidad. Agregó que él como funcionario nunca va a consentir ni se va a someter a un acto de control administrativo por parte de los británicos”.

Y ese es el punto, Cobos sí lo hizo al someterse al control migratorio británico, de ahí la crítica del diputado y presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores Guillermo Carmona, quien expresó su malestar porque lo hecho por Cobos implica “imponer esta condición de control migratorio a parte de nuestro territorio nacional”.

La denuncia penal ante la justicia federal provino del ex combatiente de Malvinas Fernando Préstamo, quien consideró a Cobos un “traidor a la Patria”, figura prevista en el artículo 214 del Código Penal argentino. “No es aceptable que una persona que en este momento representa al pueblo argentino vaya con el pasaporte a reconocerles soberanía a los británicos sobre Malvinas”, argumentó Préstamo en diálogo con medios nacionales que difundieron el tenor de este artículo. Se trata de una figura dentro del capítulo dedicado a los “Delitos contra la seguridad de la Nación”, y lo que establece es que “será reprimido con reclusión o prisión de 10 a 25 años o reclusión o prisión perpetua”, además de “inhabilitación absoluta perpetua”, quien cometa traición a la Patria.

Pero hubo otra acusación de traición, y provino de dirigentes radicales que recuerdan lo que significó el movimiento “carapintada” durante la gestión de Raúl Alfonsín. Y es que Cobos no viajó solo, tuvo por compañía a José Duarte, un ex carapintada. Cobos no tuvo mejor idea que salir a defender a Duarte, a quien calificó como “un coronel que ha sido condecorado con la medalla al valor”. La respuesta no se hizo esperar, y el ex canciller de Alfonsín, Dante Caputo, cuestionó duramente a Cobos por aquel viaje a Malvinas. En declaraciones al diario El Cronista Comercial, Caputo consideró “preocupante” que Cobos viajara con el “coronel José Duarte que es reconocido por el CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales) como miembro del grupo carapintada”. Y agregó: “De alguien que pertenece a la UCR y cuyo ex presidente, Raúl Alfonsín, sufrió reiterados intentos de golpe por los carapintadas... es un hecho serio. Lo conozco a Cobos políticamente, tuvimos una cierta relación política en determinado momento y la sorpresa sobre ambos asuntos, el viaje a Malvinas y la compañía de una persona que el CELS sostiene que es miembro carapintada y que, aparentemente, tiene un vínculo con el ex mayor Ernesto Barreiro, que está detenido cumpliendo pena de prisión por haber sido el jefe de Inteligencia de los carapintadas, son cuestiones que me dejaron más que sorprendido”.

También sostuvo Caputo que hay cosas que un dirigente político que aspira a la presidencia de la Nación no debería ignorar. Y una de ellas es evitar la generación de este tipo de precedentes. El dirigente radical advirtió que es una cuestión básica evitar hechos que puedan ser invocados como alguna forma de reconocimiento de la soberanía británica sobre las islas, y que hechos así deben ser cuidadosamente monitoreados desde el Ministerio de Relaciones Exteriores”.

En plena campaña de las PASO del año pasado, el intendente de la ciudad, el radical Víctor Fayad, denunció que Julio Cobos también habló de “traición serial”. Fue cuando Fayad develó que Cobos había empezado a tramitar su jubilación de privilegio y que tenía acumulado un retroactivo de 700.000 pesos, además de cobrar un haber de 60.000 pesos por mes. En ese entonces, y pese a que después ambos dirigentes sellaron una suerte de paz, Fayad dijo: “Él ahora saca un comunicado donde no desmiente lo que yo dije pero dice que va a donar el retroactivo a los pobres, según le recomendó el Papa. Se trata de un traidor serial, ya que traicionó al radicalismo, traicionó a Kirchner y ahora va por el Papa, ya que si bien dice que va a donar el retroactivo, no le dijo al Papa qué hará con la jubilación de 60.000 pesos por mes”.

Fayad profundizó en esta caracterización afirmando: “La gente lo ve y trae esa máscara de cordero y de muchacho bueno, pero que le explique al pueblo argentino por qué en marzo, a tres años de haber terminado su mandato como vicepresidente, inició el trámite de la jubilación de privilegio”. Y luego agregó que tenía autoridad para hablar sobre el tema ya que fue él quien lo trajo al radicalismo por ser su compañero del Liceo Militar. En palabras de Fayad: “Cobos fue director de Vivienda de la municipalidad de capital, Decano de la Universidad Nacional Tecnológica, Ministro de Obras del ex gobernador Roberto Iglesias, gobernador, y cuatro años vicepresidente. “Si ha firmado algún plano como ingeniero en cualquiera de esos cargos, cometió una ilegalidad. Él robó, huyó y lo atraparon porque esa reacción de decir que va a donar el retroactivo y que ya lo había resuelto con su familia es una gran patraña que desenmascara al Cobos real. Todo el mundo decía que lo hacía en salvaguarda de las instituciones y del cargo que la ciudadanía le había confiado. Pero si él no compartía las ideas de un proyecto al cual se sumó quebrando el radicalismo en todo el país, hubiera renunciado como un hombre de bien y se hubiera ido a hacer política desde el llano, actitud que él no tuvo”, culminó diciendo en relación a la decisión de Cobos de no renunciar al cargo de la vicepresidencia luego de su famoso voto “no positivo”.

Fuente: Revista Veintitrés

La Quinta Pata

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